El Pirineo de la provincia de Huesca conforma el sector más formidable de la cordillera. Allí encontraremos paisajes fascinantes como los Mallos de Riglos, imponentes rocas de más de 200 metros de altura consideradas una de las maravillas naturales más espectaculares de España. Las rutas de senderismo son siempre una actividad perfecta para alejarse del caos de la ciudad y pasar un rato diferente en medio de parajes naturales. Por este paraje oscense, encontraremos un itinerario que podemos recorrer los 365 días del año y es apto para casi todos los públicos. El 'Camino del Cielo' es un recorrido de baja dificultad de 5 kilómetros que se inicia en la localidad de Riglos. Se trata de un sendero circular que puedes hacer en dos sentidos: el más recomendable es en dirección de las agujas del reloj para conseguir un ascenso más rápido y pronunciado, con un descenso más suave y prolongado. Se recorre en alrededor de unas 2 horas y media y está muy bien señalizado a través de líneas azules que facilitan la caminata de los senderistas. A medida que vas avanzando en la ruta, te rodeas de un impresionante paisaje donde el rojizo de las rocas y la calma son los protagonistas, además de ver distintas especies de aves como el águila real o el milano. Cuando se alcanza la altura máxima, disfrutas de un lugar que te permite descansar y tomar fuerzas para el descenso mientras te deleitas con unas vistas ideales: el mirador de Ventuso. Allí encontrarás un letrero informativo que destaca los nombres y puntos más importantes de la ruta. Al ser una ruta circular, al momento del descenso se cambia de paisaje y serán otras formaciones rocosas las que nos rodean. Es una bajada muy suave que se hace rápidamente. Los Mallos de Riglos son un conjunto constituido por formaciones rocosas con aspecto de paredes verticales que alcanzan los 300 metros de altura, asentadas junto al pueblo homónimo y al curso del río Gállego. Originarias del Terciario, hace unos 22 millones de años aproximadamente, fueron erosionadas por el agua, la lluvia y el viento años más tarde hasta formar las rocas rojizas que conocemos hoy día. Su color se debe a la existencia de hierro y arcillas en su composición, que se resaltan cada día tras la caída del sol. El Puro, Mallo Pisón, Millo Firé y Mallo Visera son las formaciones que integran a los Mallos de Riglos. Es un importante escenario para la práctica tradicional de la escalada y el senderismo, así como la observación de la fauna silvestre. El trayecto en coche desde la ciudad de Huesca al pueblo de Riglos es de aproximadamente 30 minutos por la A-132. Apúntate a nuestra Newsletter de Viajes y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por España y por el mundo.