La asociación de los chicos expulsados denuncian "brutalidad injustificada" y la aerolínea alega "comportamiento conflictivo"

La asociación francesa de confesión judía Club Kineret, responsable de los 44 menores y los 8 monitores que fueron desembarcados de un avión de Vueling en el aeropuerto de Valencia por "comportamiento conflictivo", anunció este jueves que presentó una denuncia contra la compañía alegando "brutalidad injustificada". "Condenamos con la máxima firmeza esta medida injustificable, degradante y potencialmente ilegal", indicó este jueves en un comunicado publicado en las redes el abogado de Club Kineret, sobre la expulsión del vuelo en el que habían embarcado. La asociación denunció que "por lo visto" fue el uso de "algunas palabras en hebreo", unido al porte de la kipa y la estrella de David, lo que provocó "una medida de extrema gravedad (. . . ) humillante y discriminatoria". Club Kineret también criticó "la brutalidad" de las fuerzas de seguridad españolas durante el desembarco y adelantó que, paralelamente a la denuncia contra Vueling y "contra toda autoridad implicada" en el desembarco, alertará a las asociaciones de protección a los niños y de lucha contra el antisemitismo. "Esto no se trata solo de un acto discriminatorio: es una señal profundamente inquietante en dirección de todos los pasajeros judíos en Europa". El comunicado de Club Kineret exige una investigación independiente con carácter inmediato y "el reconocimiento oficial de los hechos", así como las "disculpas públicas" por parte de la aerolínea y la garantía de que "este tipo de prácticas no se van a reproducir nunca más". Por su parte, Vueling ha afirmado que los expulsados del vuelo Valencia-París este miércoles manipularon chalecos y máscaras de oxígeno, "un alto riesgo para la aeronave, los pasajeros y la tripulación", e intentaron retirar el cilindro de oxígeno de alta presión, interrumpieron la demostración de seguridad y desobedecieron repetidamente a la tripulación. En un comunicado este viernes tras la expulsión que levantó polémica al ser judíos, la aerolínea ha dicho que el desembarco de esos pasajeros "se realizó únicamente por motivos de seguridad". La compañía ha dicho que ese comportamiento y la confrontación infringieron el artículo 41 de la Ley 21/2003 de Seguridad Aérea, que obliga al pasajero a cumplir las normas de seguridad y a seguir las instrucciones de la tripulación destinadas a preservar el orden y la seguridad operacional. La aerolínea ha subrayado que las tripulaciones deben intervenir ante una situación que pueda comprometer la seguridad de pasajeros y tripulación. Antes de despegar, la tripulación de cabina fue alertada de que los jóvenes manipulaban equipos de seguridad, y continuaron pese a "las advertencias cada vez más contundentes de la tripulación, que dejaron claras las posibles consecuencias". La tripulación pidió asistencia a la cabina de mando y el primer oficial intervino, hablando con los jóvenes y con los adultos responsables, pero "el comportamiento persistió" y activaron los protocolos de seguridad: llamar a la Guardia Civil, que desembarcó al grupo "para salvaguardar la seguridad del resto de los pasajeros". Vueling ha destacado que su equipo está compuesto por más de 5. 000 profesionales de más de 60 nacionalidades, y "el respeto a la diversidad es uno de sus valores fundamentales", además de que el comandante de ese avión supera las 12. 500 horas de vuelo. La compañía termina su comunicado asegurando que continuará investigando el incidente.
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