El centro de APNABI Autismo Bizkaia en Derio ha sido este verano un vibrante foco de colaboración y aprendizaje compartido gracias al desarrollo de dos importantes programas de voluntariado. La asociación ha acogido por tercer año consecutivo el programa «Auzolandegiak» del Gobierno Vasco y ha organizado, por segundo año, una exitosa iniciativa de voluntariado para las personas autistas socias. → Se puede consultar el álbum de fotos de este programa a través de este enlace. AuzolandegiakAuzolandegiak, organizado por el Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Democrático del Gobierno Vasco y que combina la inclusión social con el aprendizaje en el ámbito agrícola, se estructuró en dos turnos: el primero del 28 de julio al 8 de agosto y el segundo del 11 al 22 de agosto. En cada turno participaron 17 jóvenes procedentes de diferentes puntos del Estado, sumando un total de 34 voluntarios y voluntarias, dos de ellas autistas. Colaboraron en el mantenimiento de la huerta, el embotado de guindillas, el mantenimiento de los diferentes espacios exteriores, tareas de compostaje y recolecta de productos, con las que se obtuvieron más de 30 kg que se destinaron a varios colectivos del entorno. Un aspecto fundamental del proyecto es su carácter inclusivo, ya que las personas autistas de las colonias abiertas de APNABI también han participado activamente en estas labores junto a los voluntarios y las voluntarias. Así, han compartido jornadas especiales para favorecer el conocimiento mutuo y la convivencia. Además, la iniciativa contó una vez más con la colaboración de la Politeknika Txorierri, que cedió sus instalaciones para el alojamiento de los participantes. Voluntariado asociativoPara culminar un verano de intensa actividad, durante la última semana de agosto, del día 25 al 29, se llevó a cabo el programa de voluntariado para autistas y familias de la asociación. Un total de 8 personas participaron en esta iniciativa, centrada también en el cuidado de la huerta y el jardín, a través de tareas como la recolecta de productos, el riego, corte del césped y el embotado de alimentos. La valoración de esta experiencia ha sido excelente. Los participantes trasladaron su satisfacción, calificándola como una «buena experiencia» y destacando que se generó un grupo muy bien avenido entre ellos. Ambos programas refuerzan el papel del centro de Derio como un espacio de encuentro, compromiso social y sensibilización hacia la diversidad.