El atleta paralímpico Joan Munar, medallista de bronce en los Juegos Paralímpicos de París 2024, ha tenido que renunciar a competir en el Grand Prix Internacional de Túnez tras vivir una situación “inverosímil e irrespetuosa”. El motivo: su perro guía, Cayden, no fue admitido en los alojamientos dispuestos por la organización ni en el vuelo de vuelta a España. La decisión de abandonar el país fue tomada junto a su guía y también atleta, Guillermo Rojo, quien ha denunciado públicamente la situación a través de sus redes sociales. “Sin Cayden, Joan no puede competir. Es su herramienta de vida, su autonomía, su seguridad”, lamenta Rojo en un vídeo publicado en Instagram. En él narra, con indignación, cómo ni el hotel designado por el comité organizador ni ocho grandes cadenas internacionales como Marriott, Sheraton o Hilton permitieron el acceso al perro guía, a pesar de disponer de toda la documentación en regla y del certificado CEXGAN expedido por el Ministerio de Agricultura español. “Nos ofrecieron dejarlo atado con un palo al lado de un cubo de basura”, denuncia Rojo, refiriéndose a una garita donde supuestamente Cayden debía pasar la noche. “Nos negamos en rotundo. ¿Alguien dejaría su silla de ruedas fuera?”, cuestiona. La única alternativa viable fue un hotel en el extrarradio, a casi una hora del centro de operaciones de la delegación paralímpica. Pero la odisea no acabó ahí. Al día siguiente, el equipo fue increpado nuevamente por el personal del hotel, que volvió a impedir el acceso del perro, incluso con la mediación de un voluntario de la organización. “La situación era tan hostil que decidimos no competir y volver a casa”, explican. El regreso, sin embargo, tampoco fue fácil. En el aeropuerto de Túnez, la compañía aérea Tuniser les negó el embarque alegando que no habían avisado con la suficiente antelación de que viajaban con un perro guía. Solo tras una intervención de la embajada española, y el pago de un supuesto suplemento por el animal, lograron regresar a Madrid. “Es inaceptable que en un circuito internacional paralímpico no se garantice el acceso de los deportistas y sus ayudas técnicas”, denuncia Rojo. En su publicación, pide responsabilidades al Comité Paralímpico Internacional, al Comité de Túnez y a los organizadores de @paraathletics por lo sucedido. “Nos han echado del país y encima casi no nos dejan volver. ¿Qué clase de inclusión es esta?”. Munar, por su parte, ha expresado su frustración también en medios como 'Última Hora', donde señala que, si bien la legislación tunecina permite el acceso de perros guía, “la sociedad no está concienciada y las instituciones no han hecho nada por preverlo”. “Que cada país tenga su cultura es comprensible. Lo que no se puede permitir es que el propio comité organizador nos niegue una ayuda reconocida internacionalmente”, reflexiona. Una reflexión que lanza no solo desde la indignación personal, sino desde la responsabilidad de representar a todo un colectivo: “esto no va solo de nosotros. Va de garantizar los derechos de cualquier persona con discapacidad que quiera competir en igualdad”.