Carlos Ares es gallego hasta la médula, tanto, que, su primer disco se llama Peregrino, un trabajo donde el folk expresivo y la reflexión se dan la mano. Adora caminar, incluso sobre una cinta del centro deportivo Soma SHC, pero nunca ha hecho una sola etapa del Camino de Santiago. Eso sí, con solo 27 años, ha recorrido ya muchos kilómetros en su trayectoria musical. "Me siento gallego en el carácter, noto mucho el contraste aquí porque llegas a Coruña y la gente camina despacio por la calle, no tienen prisa por llegar y aquí va toda la gente por la calle corriendo", ha asegurado para 20minutos. Su cadencia al hablar se rebela con el frenesí de la ciudad, es pausado, transmite esa calma que destila también su música, una reivindicación de lo rural: "Es una parte de mí que quizás tiene más que ver con Galicia, con lo rural, con mi amor por la naturaleza, con mi incomodidad con ciertas cosas de la era actual, como el hecho de tener que estar familiarizado con las tecnologías". "Estoy obligado a ser talentoso con las redes sociales y me parece un poco injusto, no pretendo ser ni creador de contenido, ni influencer ni instagramer, yo hago canciones, en el momento que las tengo las publico, sino tengo nada, no publico nada y desaparezco", ha proseguido Ares. Mientras charlamos, no deja de caminar nunca, es disciplinado, desde los 14 no lo ha hecho. Fue entonces cuando se inició en la música, pero acabó desarrollando más su faceta como compositor y productor de artistas. Además, como intérprete, con una identidad propia y una voz inconfundible, ha sido nominado a Mejor Álbum en los MIN (Premios de la Música Independiente) y está a punto de presentar su segundo disco. "Para llegar hasta aquí he necesitado algo que para mí tuviese la suficiente coherencia para sacarlo y desarrollar una narrativa", ha alegado el músico. Siente que tiene cosas que contar, y tiene claro su mensaje: "La vida está para ser creativo en general y creo que eso es precioso, también llevarlo a la vida. Me da la sensación de que como individuos nos marcan muchas veces las pautas y el camino por el que hay que caminar. Una relación por qué tiene que ser lo que te han contado o por qué trabajar en una misma cosa toda la vida, yo creo que es mucho más interesante tener 50 oficios y vivir en 30 países y conocer a un millón de personas y a lo mejor tener relaciones con mogollón de personas distintas en distintos momentos de tu vida". No tiene casa propia, ni perro, ni pareja y no descarta cambiar de trabajo. "Perseguí mucho el ideal de mis padres, que, casualidad, han sido pareja durante toda su vida y pensaba que ese era el objetivo…, yo sería feliz trabajando en un chiringuito de mojitos en Costa Rica", ha detallado. "En algún momento me desvincularé de la música totalmente, dejaré de hacer música para siempre o durante una temporada. Parte de mi filosofía de ser creativo en la vida tiene que ver con dar cambios repentinos", ha añadido. De momento, este año tiene una gira por delante en la que presentará su nuevo disco, pero quizá su andadura le lleve mucho más lejos, quién sabe, incluso a Costa Rica.