El fracaso del que más ha aprendido Belén Rueda: "Quería morirme"

"Esta chica me gusta", fueron las palabras que pronunció la madre de Alejandro Amenábar cuando Belén Rueda hizo el casting para interpretar a Julia, la protagonista femenina de la oscarizada Mar adentro. Así lo recordó la actriz durante nuestra charla en la cuarta planta de El Corte Inglés de Callao, donde grabamos la nueva entrega de Mi vida en películas, el podcast de CINEMANÍA, Ámbito Cultural y AISGE. La actriz, que nos visitó en el marco de la presentación de su última película, el taquillazo Un funeral de locos, profundizó en algunos aspectos de la biografía de Ramón Sampedro, una aventura que marcó un punto de inflexión en su exitosa carrera. Así, tras dejar atrás Los Serrano, la intérprete logró alzarse con el Goya a mejor actriz revelación, demostrando al público que era capaz de encarnar otros personajes, más allá de la Lucía de la popular serie. Entre las múltiples anécdotas, Rueda nos contó cómo fue trabajar con Bardem de cerca -remarcando su capacidad de trabajo y generosidad-, qué supuso para ella participar en el rodaje de la cinta -que calificó de “muy colaborativo”-, y su experiencia en el Festival de Venecia, que fue el pistoletazo de salida de una trayectoria que se saldó con numerosos premios, entre ellos el León de plata, el Globo de Oro y el Oscar a mejor película internacional, sin olvidar que se alzó con la friolera de 14 premios Goya. Pero más allá de los laureles, quisimos ahondar en la otra cara del éxito, preguntando a la actriz sobre los fracasos o momentos más agridulces que había experimentado en su carrera. Después de preguntarnos sobre qué entendíamos por fracaso, se aventuró a compartir una experiencia que vivió durante uno de los primeros visionados de la cinta de Amenábar, en compañía de sus compañeros de reparto. La trama se centraba en la relación que mantenían Ramón Sampedro y Julia -personaje ficticio inspirado en la periodista Laura Palmés-, una abogada comprometida con su causa y encargada de darla a conocer al mundo. A medida que se implica con su historia, los dos se enamoran, pero la enfermedad de ella empeora, dificultando que pueda seguir adelante con el proceso judicial. Abatida, se aleja de Ramón, refugiándose en un marido que, pese a no entender del todo su vínculo con aquel, la cuidará con abnegación. "En Mar adentro yo tenía más secuencias que rodamos con el actor que interpreta a mi marido (Alberto Jiménez), y en el primer montaje estaban fuera", nos contó la actriz, recordando que sintió que lo había hecho fatal. "Quería morirme", fue lo que sintió durante aquel pase en casa del director, que la tranquilizó al advertirle que no era esa la razón por la que había prescindido de ciertos momentos. "He quitado las escenas de tu personaje porque es un personaje con mucha personalidad, en un momento muy delicado", fueron las palabras del director a la intérprete, que dio vida a un personaje con esclerosis múltiple. "Ella encuentra con Ramón Sampedro un nexo de unión", y el director quiso "darle más peso a esos momentos que a los que compartió con su marido". Una decisión que, sin duda, contribuyó a reforzar la intensidad emocional de la triste historia de amor de unos personajes unidos por el dolor. ¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.
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