El realme GT 7 Pro nos encantó, y los continuadores de la serie están a la altura. Así lo demuestran el completísimo realme GT 7, el exclusivo realme GT 7 Dream Edition (con un diseño inspirado en la escudería Aston Martin) y el realme GT 7T. Este último móvil ofrece casi todo lo que se puede pedir: diseño, buena pantalla, fotografía reseñable, rendimiento y mucho (pero mucho) aguante gracias a su salvaje batería de 7. 000 mAh. El realme GT 7T es una variante pensada para los que busquen elevadas prestaciones y a la vez no quieran irse a lo más alto del escalafón de precios. Puede verse como un gama alta de precio contenido o como un gama media premium que toca con los dedos el siguiente escalón. Salió a la venta por 650 euros (12 GB + 256 GB) ó 700 euros (12 GB + 512 GB), aunque con la promoción inicial bajaba a 550 y 600 euros. Estos últimos precios son los que reflejan con mayor fidelidad el segmento al que pertenece. De hecho, en el momento de publicar esta review podía encontrarse por 500-550 euros. Por comparar, el realme GT 7 entró en escena desde 750 euros (650 con el descuento), mientras que el realme GT 7 Dream Edition se va a los 900 euros. Como el realme GT 7, el GT 7T contempla, en negro y en azul, el diseño IceSense Graphene, encaminado al confort táctil y relacionado con la parte de su plasmación interna que trabaja para reforzar la disipación del calor, con el grafeno entre sus componentes. A diferencia de su hermano suma un tercer color, Racing Yellow, amarillo y de piel vegana. Para analizar el dispositivo, y habiendo probado las bondades del IceSense Graphene con el GT 7, 20bits se ha inclinado por esta segunda vía. El denominado cuero vegano tiene su significado. realme fue una de las primeras marcas en introducir este acabado, y lo hizo precisamente en el ya 'lejano' realme GT, llamativo por su amarillo y su gruesa franja negra, combinación que hacía pensar en la icónica película Kill Bill. El realme GT 7T en color amarillo implica, por tanto, un guiño al origen de la serie. Esta vez la franja negra es bastante menos ancha y no va debajo del módulo, sino a la derecha. La línea incluye en su interior otras líneas amarillas que hacen que la composición enlace con los diseños de las carreras de coches. El material trasero es de calidad, agrada al tacto, confiere su elegancia y queda limpio. La línea negra vertical aporte un contraste, tanto cromático en medio del amarillo como en cuanto al tipo de acabado, asemejándose al de una placa. El módulo de las cámaras se rige por los mismos rasgos que el del realme GT 7, con el matiz de que deja claro que alberga un sensor menos. Los marcos metálicos son negros, con el botón de bloqueo, rojo en el caso del GT 7 en azul, en amarillo para que resalte. En color Racing Yellow exhibe mayor grosor (8,88 mm) que en azul y negro (8,25 mm). En peso se llevan poco (205 gramos frente a 202 gramos). A realme le gustan los smartphones delgados y ligeros, si bien aquí la batería condiciona el factor sin que por ello se resienta la comodidad. No alcanza los parámetros de brillo del GT 7 y del GT 7 Dream Edition (máximo de 6. 000 nits según escenarios), si bien la pantalla del realme GT 7T, que alcanza los 1. 800 nits, destaca igualmente por su sugerente 'chute' de brillo. La circunstancia se hace especialmente notoria cuando se activa la pestaña de brillo extra y la barra predeterminada se amplía. También AMOLED, el panel es un poco más grande, de 6,8 pulgadas por las 6,78 del GT 7 y del GT 7 Dream Edition. Cuenta con alta resolución (2800 x 1280; 2780 x 1264 su referente), fluidez de 120 Hz y soporte para HDR 10+. Coincide con sus hermanos en los modos de color de pantalla (intenso, natural, profesionales, cinemático y brillante) y en la mayoría de funciones de confort visual. Dicha protección puede ajustarse de forma manual, eligiendo uno mismo la temperatura de color, el grado de textura de papel y el paso al blanco y negro o el mantenimiento del color, o delegando la cuestión en la IA, que detecta la fatiga ocular. Dispone además del modo hora de dormir (colores más cálidos después del atardecer) y del tono adaptativo, no así del modo antiparpadeo de pantalla, exclusivo del GT 7 y del GT 7 Dream Edition. Sobre el tema sonoro, la inclinación por lo potente se mantiene en sus altavoces estéreo, no de los más cautivadores pero de buen nivel. En esta generación realme saca nota en fotografía. También en el modelo GT 7T, aunque se eche en falta el teleobjetivo con zoom óptico de 2x, reservado para los miembros de mayor rango. El teléfono capta imágenes que atraen por su nitidez y su viveza. De nuevo aparece una cámara principal de 50 MP, aunque con un sensor distinto de fondo, el Sony IMX896 (IMX906 en el GT 7). La cámara ultra gran angular es la misma, con resolución de 8 MP y el sensor OV08D10. El parentesco se da asimismo en la cámara frontal (32 MP, IMX615). La ausencia del teleobjetivo hace que, para que luzcan más las fotos, el usuario emplee todavía más el modo Paisaje de IA (0,6x, 1x y 2x), que potencia los resultados en entornos urbanos y naturales. Incluido entre las funciones preferentes de la app, su incorporación al repertorio supone todo un acierto de realme. El modo de disparo hegemónico habilita, como comentamos en las reviews del GT 7 y del GT 7 Dream Edition, dos estilos fotográficos (el nítido o el vibrante, cada uno atractivo según el escenario) y el Live Photo. Sobre el vídeo, la grabación en 4K puede hacerse en 30 fps y 60 fps, no así en 120 fps. En ese sentido, el 8K es cosa de los hermanos mayores. Cuenta con modo retrato (disparos 1x y 2x) y, dentro del nutrido apartado 'Más', de modo noche, modo pro, alta resolución, modo calle (en esta ocasión con opciones de 16 mm, 24 mm y 48 mm), el vídeo de vista dual, el efecto diorama o el modo de fotografía submarina. Respecto a sus hermanos, de la composición se cae el modo de estrellas. En la edición con IA no sale el Borrador de reflejos con IA, pero sí las demás funciones desplegadas en la familia: Borrador IA (lazo inteligente, pintar encima, quitar personas), Ultra claridad con IA, Corregir el desenfoque, Quitar los reflejos y Paisaje de IA. realme reservó el Snapdragon 8 Elite para el realme GT 7 Pro, y sus hermanos llevan procesadores MediaTek. Si el GT 7 (y el GT 7 Dream Edition) se fundamenta sobre el Dimensity 9400e, la variante T se sustenta sobre el Dimensity 8400-MAX, también de 4 nm y sobradamente satisfactorio en términos de fluidez y rendimiento. El sistema operativo realme UI 6. 0 (Android 15) facilita herramientas y funciones de IA para la ayuda, la productividad y la edición así como por supuesto cede su preceptivo espacio a Google Gemini. Se elija el diseño IceSense o el de cuero vegano, el realme GT 7T viene con la función IA más llamativa de las ofrecidas, el Planificador de IA, útil al identificar y reconocer el contenido de la pantalla para recoger las fechas de interés y añadirlas al calendario personal. Entra en escena dando dos toques a la parte central de la trasera (previa activación en ajustes). Los tan comentados 7. 000 mAh y su combo con la carga ultrarrápida de 120W no podían faltar en el realme GT 7T al tratarse del atributo de mayor distinción de la familia, en la que el realme GT 7 Pro abrió el camino con sus 6. 500 mAh. La autonomía se traduce en dos y hasta tres días dependiendo de la duración de los momentos de pura intensidad en redes o jugando. El 'problema' de baterías titánicas como la referida, de ánodo de silicio, reside en que luego los 5. 000 mAh saben a poco. En virtud de sus 120W, estando bajo mínimos recobra el 100% de la energía en alrededor de 42 minutos, el tiempo de carga de bastantes móviles de 5. 000 mAh, lo que no deja de sorprender.