Las antiguas pesetas, una moneda que hasta hace poco circulaba comúnmente en España, se han convertido en objetos de gran valor para los coleccionistas. Lo que para muchos es un recuerdo del pasado, para otros es un tesoro y hay quienes llegaría a pagar precios sorprendentes para hacerse con estas monedas. La numismática es el estudio de monedas, billetes y medallas, centrado en su historia, fabricación y valor. Es una disciplina académica y una afición popular entre los coleccionistas. Los expertos en este campo son quienes, a través de un estudio, determinan el valor en cuestión de las piezas. Este es el caso de la moneda de 25 pesetas acuñada en 1990, con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, una moneda que podría alcanzar el millón de euros en plataformas de compraventa. La moneda pertenece a una serie conmemorativa para celebrar los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Existen dos versiones: una que representaba un saltador de altura y otra, que muestra a un lanzador de disco, que es la que ha atraído mayor interés en el mercado numismático. El diseño fue obra del artista Luis José Díaz Salas y presenta una serie de características que la hacen única. Por ejemplo, la moneda está compuesta por una aleación de bronce y aluminio, tiene un peso de 4,2 gramos y un diámetro de 19,5 milímetros. Un detalle interesante es que posee un agujero en el centro, lo que le da un diseño distintivo y fácilmente reconocible. En la primera cara de la moneda se encuentra la figura de un atleta lanzando un disco, acompañado del nombre “España” y el año de acuñación, "1990". En el reverso, se muestra el valor de la moneda, el emblema de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, y la letra "M", que indica que fue acuñada en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid. Cabe resaltar que no todas las versiones de esta moneda alcanzan cifras tan absurdas. Dependiendo de su estado de conservación, pueden venderse por entre 100 y 200 euros. Esto se explica porque el valor real de cada moneda depende de varios factores, como el acabado, el estado de conservación y la rareza de la pieza. Aunque la moneda de 25 pesetas con motivo de los Juegos Olímpicos fue emitida en una tirada masiva que superó los 65 millones de ejemplares, lo que realmente ha disparado su valor es la existencia de una versión con un error de fabricación. En lugar del acabado dorado habitual, un número limitado de estas monedas tiene un acabado plateado. Este pequeño detalle plateado es lo que ha hecho que estas piezas sean extremadamente codiciadas por los coleccionistas y auténticas reliquias de la numismática. Las versiones con el acabado plateado se han llegado a vender por cifras que superan los 100. 000 euros, y en algunos casos, los precios pueden alcanzar incluso el millón de euros en mercados especializados. En los últimos años, el mercado de la numismática ha experimentado un auge significativo, especialmente en internet. Plataformas de compraventa como eBay o foros especializados se han llenado de anuncios de monedas antiguas que, en algunos casos, alcanzan precios de cientos e incluso miles de euros. De hecho, la moneda de 25 pesetas de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 es solo uno de los ejemplos más notorios de este fenómeno, pero no es la única. Monedas conmemorativas de otros eventos, como las de 100 pesetas del Mundial de Fútbol de España 1982 o monedas de 2 euros con errores de acuñación, también se venden por precios elevados.