Uno de los problemas más frecuentes en el día a día cuando llega el momento de la limpieza es la obstrucción de las tuberías de fregaderos y duchas, sin embargo, existe un truco muy eficaz para desatascar los desagües. Son muchos los trucos que pasan de generación en generación para resolver diferentes situaciones en la vida cotidiana, como manchas imposibles, la cal de los baños o las tuberías atascadas. Algunos de ellos consisten en mezclar productos químicos, más o menos económicos, que dejan tu casa impoluta. Pero, si hablamos de mezclas y productos efectivos, debemos nombrar los dos ingredientes que darán solución a los residuos que obstruyen las tuberías de nuestros baños y cocinas: un poco de sal y bicarbonato de sodio. Tanto las duchas como los fregaderos absorben una gran cantidad residuos, sobre todo a la hora de fregar los platos, que desprenden todo tipo de comida y restos, los cuales pueden generar un atasco. La solución a esta situación está en mezclar simplemente dos ingredientes, sin la necesidad de comprar el producto más especializado o caro. Introducir un fragmento de alambre y eliminar los residuos existentes o el bicarbonato con sal son unas de las opciones más conocidas y utilizadas, pero existe otra que además de ser más efectiva, reduce tiempo y trabajo. El truco está en unir media taza de de sal con otra media taza de bicarbonato de sodio y añadirle un poco de agua para que los compuestos hagan efecto y se mezclen. Después de cinco minutos de reposo tendrás tu desatascador casero preparado. Una vez esté el compuesto listo, se introducirá en el desagüe atascado hasta que haga efecto y el agua vuelva a correr y fluir arrastrando todos los residuos y restos almacenados a lo largo de las tuberías. Además de ser un desatascador muy eficaz, es económico y fácil de realizar.