Existen ciertos ejercicios que se hacen de manera constante para lograr un entrenamiento completo y más efectivo. Entre ellos destacan algunos como las sentadillas (en cualquiera de sus formas y variedades) y los burpees, tan temidos como efectivos, pues consiguen que se trabaje cada uno de los músculos del cuerpo. Otro que podría sumarse a esta lista y que a menudo pasa desapercibido con los conocidos como mountain climbers. Su nombre puede que no te suene, pero en cuanto te expliquemos de qué se trata, seguro que recuerdas cada una de las veces que el entrenador o la entrenadora te ha pedido este ejercicio. O cuando has tenido que introducirlo en tu rutina de entrenamiento al verlo en alguno de esos vídeos que te pones en casa para ponerte en forma. Y es que lo bueno de este ejemplo es que se puede hacer en casa o en el gimnasio, pues no se necesita ningún material. Eso sí, aprender a hacerlo de forma correcta y tener una buena técnica es muy importante para sacarle el máximo beneficio. "Los mountain climbers son un ejercicio increíblemente completo porque activan múltiples grupos musculares al mismo tiempo, perfecto para incorporarlos en rutinas de full body", nos cuenta Alexia Macher, Trainer de KO Urban Detox Center y dietista/nutricionista. Los mountain climbers, también conocido como el escalador, combina entrenamiento cardiovascular, fuerza y coordinación. Su nombre se debe al hecho de que imita el movimiento que harías al escalar una montaña, pero en el suelo. Alexia Macher nos cuenta: "Los mountain climbers  trabajan intensamente el core, ya que los abdominales (recto abdominal, oblicuos y transverso) están en constante tensión para mantener la estabilidad, mientras las piernas se mueven rápidamente. También se activan los brazos y hombros, los cuales soportan el peso del cuerpo en la posición de plancha alta. En este ejercicio las piernas también juegan un papel fundamental, ya que con cada repetición se activan los cuádriceps, isquiotibiales y glúteos, ayudando a impulsar el movimiento de las rodillas hacia el pecho". Además, los mountain climbers son un excelente ejercicio cardiovascular, ya que el ritmo acelerado en el que se realizan obliga al corazón a bombear con más fuerza, mejorando la resistencia y aumentando la quema de calorías. Los mountain climbers son un ejercicio altamente efectivo porque combinan fuerza, resistencia y explosividad, convirtiéndolos en una opción ideal para quienes buscan mejorar su condición física, salud cardiovascular y optimizar su gasto calórico. "Uno de sus mayores beneficios es su capacidad para acelerar el metabolismo y promover la quema de grasa. Al ser un ejercicio de alta intensidad, el cuerpo entra en un estado de demanda energética elevada, lo que activa el efecto conocido como "Consumo Excesivo de Oxígeno Post-ejercicio" (EPOC por sus siglas en inglés). Este fenómeno fisiológico indica que el cuerpo sigue consumiendo oxígeno y quemando calorías incluso después de haber finalizado el ejercicio, contribuyendo a la pérdida de grasa de manera más eficiente que los entrenamientos de baja intensidad. Además de sus efectos metabólicos, los mountain climbers mejoran la estabilidad y coordinación, ya que el core y brazos trabajan constantemente para mantener el equilibrio mientras las piernas se mueven rápidamente. También son un ejercicio funcional, lo que significa que los músculos involucrados replican patrones de movimiento que usamos en la vida diaria, ayudando a mejorar la agilidad y la resistencia general. Por último, son muy versátiles: no requieren equipo, pueden realizarse en cualquier lugar y se adaptan fácilmente a entrenamientos de intervalos de alta intensidad (HIIT), lo que los convierte en una opción eficiente para quienes tienen poco tiempo de entrenar, pero quieren maximizar sus resultados", nos cuenta esta entrenadora de KO. Como comentábamos más arriba, tener una buena técnica a la hora de hacer los mountain climbers (o cualquier otro ejercicio de entrenamiento) es muy importante para sacarle el máximo beneficio. Además, cabe destacar que lo relevante en este tipo de actividad no es la velocidad, sino la técnica. "Para empezar, es muy importante adoptar una buena posición inicial: el cuerpo debe estar en una plancha alta, con las manos alineadas con los hombros, los brazos extendidos y el core activado para evitar que la cadera se hunda. Desde esta posición, se inicia el movimiento llevando una rodilla al pecho de manera explosiva mientras la otra pierna se mantiene extendida. Luego, se alternan las piernas rápidamente, como si se estuviera corriendo en el lugar. Es importante mantener una postura firme en todo momento. El cuerpo debe formar una línea recta desde la cabeza hasta los talones y la cadera debe permanecer estable, evitando que suba demasiado o que los hombros se desplacen hacia atrás. No olvides respirar de manera controlada", nos cuenta Alexia Macher. Un error común es sacrificar la técnica por la velocidad, lo que puede generar tensión y molestia en la zona lumbar u hombros. Es mejor empezar con un ritmo moderado y, una vez dominada la técnica, aumentar la velocidad para maximizar los beneficios del ejercicio. ¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de belleza, moda y estilo de vida? Apúntate a nuestra Newsletter.