Descubrir la belleza natural de República Dominicana, saborear sus platos típicos acompañados de un cóctel con ron, bailar al son de un merengue. . . Un viaje a este país de esencia caribeña es siempre una buena opción. Pero hay algo que no muchos turistas saben (o no se quieren enterar), y es que hay vida más allá de Punta Cana, y también de Samaná o La Romana, otros dos destinos que ven como la llegada de visitantes no deja de aumentar. Encajado entre el mar y la montaña, entre la Cordillera Oriental y la Bahía de Samaná, el municipio Miches espera con los brazos abiertos a todos los viajeros que quieran descubrir un paraíso de playas de arena fina y aguas turquesas, de fondos marinos llenos de vida y de frondosa selva tropical. Pero Miches no aspira a ser el próximo destino de moda para el turismo de masas, sus ambiciones llevan la sostenibilidad por bandera, el crecimiento controlado como camino a seguir y su identidad como brújula. Ubicado en la provincia de El Seibo, Miches se abre paso en la Región Este de la República Dominicana, en la costa noreste del país, a solo una hora y media por carretera de Punta Cana y a tres horas de Santo Domingo, la capital. La Villa de Miches, enclavada entre las aguas del Atlántico y el cauce del río Yeguada, es la cabecera municipal. Sus calles de casas bajas y coloridas nos muestran la esencia pura de una comunidad rural, con los pescadores que vuelven a sus hogares después de faenar, los niños jugando a baloncesto en canchas improvisadas y un despliegue de sillas que, como el lugar perfecto para tomar el fresco y charlar con los vecinos, pasan más tiempo fuera de casa que dentro. Desde el muelle de la villa parten las excursiones en barco que nos llevan a explorar la zona desde el mar. A bordo de un catamarán, con el suave viento azotándonos la cara y el sol bronceándonos la piel, descubriremos la costa de Miches desde otra perspectiva, siempre paralelos a su litoral escarpado donde las montañas cubiertas de vegetación se asoman al mar. La estela blanca del barco seguirá detrás de nosotros hasta parar en un punto clave, una zona donde los amantes del snorkel y el submarinismo  encontrarán un auténtico edén. Peces de colores, langostas, pulpos, morenas, erizos, arañas de mar, anémonas, corales, rayas, estrellas. . . son los protagonistas de las inmersiones en estas aguas cálidas y trasparentes. En Miches podemos pasar del mar a la montaña en minutos, y no a una cualquiera, sino a la curiosa Montaña Redonda. Como uno de los picos más altos del municipio, este enclave se ha convertido en un interesante punto turístico por sí mismo. Tras una subida muy movida en un pequeño camión acondicionado con asientos detrás, llegaremos a la cima de la montaña, donde nos esperan unas vistas de 360º de los alrededores. A nuestras espaldas queda un horizonte de montañas, con su juego de luces y sombras y una infinita paleta de verdes. Y frente a nosotros una extensa llanura que se extiende hasta morir en el mar, azul y en calma. Dos grandes lagunas también entran en la ecuación, Redonda y El Limón. Ambas son importantes ecosistemas que son el hogar de miles de especies diferentes. Pero más allá de la panorámica, en la Montaña Redonda la diversión (y la adrenalina) está asegurada. Allí nos esperan columpios al borde del precipicio, tirolinas con las que "volar" por los aires e incluso tirolinas de bicicleta para pedalear con el abismo bajo nuestros pies. Frondosos manglares, bosques tropicales y zonas repletas de cocoteros forman los ricos y variados ecosistemas de Miches. Y por supuesto, no podemos olvidar su mayor atractivo, sus kilómetros y kilómetros de playas vírgenes que se pierden en el horizonte con su arena blanca y nos demuestran que el paraíso sí existe. Playa Arriba, playa Costa Esmeralda y playa Limón son algunos de los enclaves donde tumbarnos a descansar bajo la sombra de una palmera y mecernos con el vaivén de sus aguas cristalinas. Es aquí, en primera línea de mar, donde encontramos su oferta de resorts, todavía limitada y en lento (pero seguro) crecimiento. Con el objetivo de alterar lo mínimo posible el hábitat natural, los hoteles se construyen con bastante separación entre ellos y con la obligación de mantener intacta la vegetación de la playa. El respeto por la fauna salvaje aquí es esencial, y es que la costa de Miches es una importante zona de reproducción de manatíes y de tortugas marinas. El Viva Miches by Wyndham es uno de esos hoteles que trabajan en pro de la sostenibilidad. Este complejo todo incluido se sitúa en primera línea de playa, con 535 habitaciones, algunas de ellas con una pequeña piscina privada. Sus cinco restaurantes nos ofrecen una gastronomía de nivel, ya sea con platos regionales, sabores orientales, cocina mediterránea o comida centrada en el mar, siempre acompañado con deliciosos cócteles tropicales. Además de darnos un chapuzón en la playa o en la piscina frente al mar, las opciones de entretenimiento nos aseguran no aburrirnos ni un minuto: fiestas temáticas; actividades diarias como aquagym, yoga o dardos; espectáculos nocturnos; deportes acuáticos como kayak o paddle surf. . . Todo ello aderezado con la hospitalidad de un personal dedicado y profesional. Descubrir un destino nuevo y en pleno desarrollo turístico como es Miches es toda una aventura, y para ayudarnos a darle forma a todo y sacarle el máximo partido al lugar, viajar con todo organizado es la mejor opción. Esto es lo que nos ofrece Soltour, que organiza viajes, paquetes turísticos y experiencias a medida. Este turoperador, que celebra su 50 aniversario este 2025, nos permite personalizar la experiencia a nuestro gusto, pudiendo elegir el alojamiento que mejor se ajuste a nuestras preferencias, las actividades que queramos hacer en el destino, los traslados a y desde el aeropuerto, el seguro de viaje, etc. Y siempre con un toque de calidad y seguridad que nos garantiza una trayectoria de cinco décadas en el sector. ¿Cuál es la mejor época para viajar a Miches? Miches es un destino que puede visitarse en cualquier época del año. Lo principal es evitar la época de lluvias, que se da de junio a noviembre. Por suerte, a diferencia de otras zonas del país como Punta Cana, gracias a su ubicación no sufre la llegada de sargazo, un alga que se acumula en las playas. ¿Qué documentos necesito? Los ciudadanos españoles podrán permanecer como turistas en la República Dominicana un máximo de treinta días sin necesidad de visado. Sí se necesitará un pasaporte con vigencia mínima de seis meses, además de rellenar un formulario digital de entrada y salida a través de la web de la Dirección General de Migración, donde se nos solicitan datos personales, de los vuelos y de alojamiento en el destino. ¿Es necesario seguro médico? Es altamente recomendable contratar un seguro médico para viajar a República Dominicana, ya que la asistencia sanitaria se lleva a cabo en hospitales privados a precios muy elevados. ¿Cómo puedo tener internet en República Dominicana? Si queremos evitar los altísimos precios del roaming, tenemos varias opciones como comprar una SIM local al llegar, una eSIM antes de viajar o un bono de datos con nuestra compañía. Imprescindibles en la maleta. Repelente para mosquitos de alta eficacia, gafas de sol, protector solar, after sun, gorras o sombreros, botiquín básico y adaptador de enchufe (tipo A o B).