Hartos de las molestias generadas por su okupa, los vecinos de Corvera, Asturias, han tomado una drástica medida: tapiar con barrotes la ventana por la que este solía colarse para acceder a una casa que estaba en ruinas. Pese a que los vecinos querían llevar a cabo esta medida cuando el okupa se encontrase fuera de la vivienda, finalmente, el hombre tuvo que llamar a emergencias al verse encerrado allí. Este viernes, El programa de Ana Rosa se ha desplazado a la localidad asturiana, donde los vecinos han comentado lo sucedido: "Era insoportable dormir aquí de los golpes y el ruido que hacía. Se movía hasta la cama porque mi casa daba pared con pared con la suya", ha destacado Emilia, una de las mujeres que tapiaron la vivienda. Asimismo, la mujer ha destacado que tardaron varias horas en tapiar la ventana y, por ello, estaban completamente seguros de que el okupa no se encontraba en la vivienda. Además, Emilia también ha dudado de que el hombre pudiera acceder por otro lugar, pues ese era el único hueco por el que podía entrar y salir. De la misma manera, la vecina ha recalcado que intentaron tener una buena relación con el okupa e, incluso, le llevaron comida en alguna ocasión, pero la relación no mejoró y las molestias continuaban. Ahora, tras las presiones del pueblo, el okupa se ha marchado.