El rey ha asegurado este martes que España "no es solo un himno y una bandera" y que, como país y nación, es mucho más que la suma de cada uno de los españoles, que entienden el valor que reside en cada territorio y ciudadano. Así lo ha indicado Felipe VI en el discurso que ha dirigido a los nuevos secretarios de la carrera diplomática —17 mujeres y 11 hombres— a los que ha entregado sus despachos en un acto celebrado en la Escuela Diplomática en Madrid. El monarca —que ha acudido al acto junto con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares— ha elogiado a los nuevos diplomáticos por haber optado por una vida "al servicio" de los españoles. Además, Felipe VI les ha recordado que han elegido vivir en muchos países y les ha animado a que consideren cada casa como la suya. Pero eso no es todo, ya que también será necesario que comprendan "los códigos culturales, sociales y políticos" de las naciones en las que trabajen y que sepan cómo transmitir los de nuestro país. Asimismo, el rey ha subrayado que la elección de los nuevos diplomáticos "es la mejor prueba" de que el país que representan en el exterior "no es solo un concepto y un ideal". En este punto, Felipe VI ha incidido en que  España "es cada uno de los españoles, sus proyectos, sus ilusiones, sus ambiciones y sus preocupaciones". "Somos, como país y nación, mucho más que la suma de todos nosotros; y lo somos precisamente porque entendemos el valor que reside en cada territorio, en cada ciudadano: en su dignidad, en la importancia de su presente y en el enorme potencial de su futuro; sin olvidar nunca la historia que nos une", ha añadido. Las palabras del rey se producen el mismo día en que en Bruselas ha frenado por ahora la petición del Gobierno de que se reconozcan el catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales de la UE ante la falta de unanimidad para que saliera adelante. Precisamente a esta cuestión se ha referido el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien es miembro de la Carrera Diplomática. Además, se ha alegrado de que entre los secretarios haya más mujeres que hombres y de que reflejen la "riqueza lingüística del país". "Esta España democrática que os ha abierto las puertas a su servicio exterior", ha sostenido el ministro, "es un referente de igualdad, de progreso social, de diversidad, también de diversidad lingüística". Por ello, ha añadido que, "una de sus funciones será trabajar por conseguir la oficialidad de nuestros lenguas oficiales también en Europa". Asimismo, ha recalcado que "el código postal no puede marcar la carrera en la vida", asegurando que como ministro se esforzará porque "cualquier persona sepa que su anhelo de ser diplomático puede conseguirse independientemente de su nivel social". Don Felipe también le ha pedido a los nuevos diplomáticos que traten "con todas sus fuerzas de no perder nunca el pulso de cuanto acontezca en España". "Vuestro éxito profesional y personal dependerá, en gran medida, de que esa sensación de desarraigo que todos en ocasiones podemos tener cuando estamos fuera de España, no os invada nunca, ni a vosotros ni a los vuestros, cuando estéis de regreso en nuestro país", ha subrayado. Asimismo, les ha advertido de que hallarán "balizas éticas" en los valores y la formación que han acumulado hasta ahora y que el rey espera que continúen incorporando en su camino. "El recuerdo de este día", ha sostenido Felipe VI, "estará también presente cuando, al cabo de innumerables vueltas por el mundo —y, tal vez, de algún que otro desengaño que os traigan la edad y la experiencia— deis paso a nuevas generaciones de diplomáticos". Ellos llegarán "con la misma ilusión, con las mismas ganas de servir y de mejorar el mundo, y en él, el papel y prestigio de España", ha concluido.