Nuestra representante en Eurovisión de esta 69ª edición, Melody, no ha sido la única española que ha brillado sobre el escenario. La sevillana no pudo hacerse con el micrófono de cristal, pero lo dio todo y ofreció un gran espectáculo sobre el escenario de Basilea. Aunque no haya sido de forma directa, el trabajo de Sergio Jaén también se ha llevado mucho protagonismo y, al igual que Melody, contribuyó a que otros diesen también un gran espectáculo como director artístico de no una ni dos, sino tres puestas en escena distintas. Nacido en Elche, con tan solo 18 años se trasladó a Londres donde estudió Cine y Televisión en la Universidad de las Artes de Londres. Poco a poco se fue haciendo hueco en la industria y su colaboración con la estrella del pop internacional Dua Lipa impulsó su carrera como director artístico. El joven de 23 años se ha encargado de campañas para marcas como Puma y ha trabajado en cortometrajes, que enfoca siempre en la denuncia social. Ha recibido varios reconocimientos por su trabajo artístico, entre ellos el de mejor director del VALEIFF (València Indie Film Festival) y el de mejor cortometraje del FICIE (Festival Internacional del Cine Independiente de Elche). En la pasada edición, el alicantino de 23 años ya debutó en el Festival de la Canción dirigiendo la escenografía de la propuesta de Irlanda. Este año han sido Chipre, Finlandia y la ganadora, Austria, los que han contado con Sergio Jaén en su equipo. Blanco y negro y un barco hecho por diferentes embalajes como protagonista. Esta fue la propuesta artística para los tres minutos de actuación de Austria y que convirtieron a JJ en ganador de esta edición con su canción Wasted Love. En el caso de Chipre, Sergio Jaén tampoco dejó a nadie indiferente y convirtió por unos momentos a su representante, Theo Evan, en El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci. Pero la espectacular puesta en escena parece que no fue suficiente, pues el chipriota y su canción Shh no consiguieron pasar a la gran final del certamen. La que si llegó a la final y terminó el certamen en 11ª posición fue la representante de Luxemburgo, Erika Vikman. Su propuesta, con la canción Ick Komme, fue la tercera cuya escenografía fue dirigida por Sergio Jaén. El director artístico debutó la edición pasada al encargarse de la espectacular puesta en escena de Irlanda, representado por Bambie Thug y su canción Doomsday Blue. "Puede ser satánica, pero la idea era agarrar los ojos de Europa para que la canción sea visible", decía el joven en una entrevista para RTVE. Sergio Jaén creó toda una "escena cinematográfica", como él mismo lo definió. Se encargó de la cuidada realización de lo que parecía una secuencia de terror por su tenebrosidad y sus tintes diabólicos. Su gran trabajo lo ha convertido en uno de los directores artísticos más cotizados para el certamen. Fue el director de los intervalos de Eurovisión Junior 2024, celebrado en Madrid, y el responsable también de la preselección finlandesa para Eurovisión 2025, en la que se eligió a Erika Vikman, con la que ha trabajado también para su propuesta en la semifinal y la final del certamen.