El presidente de EEUU, Donald Trump, ha vuelto a intensificar la presión sobre Rusia y ha advertido este martes a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que "está jugando con fuego" al negarse a detener los ataques contra Ucrania. El republicano, que en repetidas ocasiones ha presumido de mantener una relación "muy buena" con el líder del Kremlin, ha endurecido su tono por los últimos movimientos de Moscú que han modificado la situación sobre el terreno ucraniano y tras la iniciación de maniobras en el Báltico. "Lo que Vladímir Putin no entiende es que, si no fuera por mí, a Rusia ya le habrían ocurrido muchísimas cosas malas, y quiero decir muy malas", ha afirmado Trump en Truth Social. El mandatario estadounidenses ha insistido así en sus declaraciones del domingo, cuando criticó los últimos ataques masivos de Rusia contra Ucrania y afirmó estar planteando imponer sanciones porque Putin "se ha vuelto completamente loco" y "está matando a mucha gente". La nueva advertencia de Trump llega después de una serie de ofensivas rusas que han modificado la situación sobre el terreno en Ucrania. Según ha confirmado este martes el jefe de la administración militar regional de Sumi, Oleg Grigorov, el Kremlin ha tomado el control de cuatro localidades de esta región fronteriza: Novenke, Vasivka Yunakivska, Veselivka y Zhuravka Jotinska, aunque sus habitantes fueron evacuados con antelación. "El enemigo continúa sus intentos de avanzar con el objetivo de crear el llamado 'cordón sanitario", ha explicado Grigorov. Esta fórmula, que Putin ha invocado como justificación, pretende conquistar franjas de territorio ucraniano a lo largo de la frontera para alejar al Ejército de  Ucrania de localidades rusas. Pero el cerco no se limita a Sumi. Según el Centro para Estrategias de Defensa de Kiev, el Ejército ruso está concentrando tropas en la zona de la Federación Rusa que linda con la región ucraniana de Járkov -situada al igual que Sumi en el noreste de Ucrania- para penetrar por otros segmentos de la frontera. De este modo, busca avanzar hacia el objetivo de expandir también allí el cordón sanitario del que habló Putin. Ahora bien, el frente de Pokrovsk, en la región de Donetsk, se mantiene como el punto más caliente de toda la zona de contacto. En las últimas 24 horas, las fuerzas ucranianas han repelido 65 ataques, según el Estado Mayor de Kiev. Más al sur, las tropas del Kremlin avanzan hacia Novopavlivka, rozando ya la frontera administrativa de Dnipropetrovsk. Si la incursión prospera, Moscú podría tener presencia militar activa en seis regiones ucranianas, además de la anexionada Crimea. También en Donetsk, las autoridades rusas han anunciado nuevos avances con la toma de una nueva población, sin que el Gobierno ucraniano se haya pronunciado sobre estas informaciones. "La localidad de Staraya Nikolaevka ha sido liberada como resultado de las acciones decisivas de unidades del grupo de fuerzas Sur", ha indicado el Ministerio de Defensa ruso en un breve comunicado en Telegram. El ministerio además ha informado, por otro lado, que las defensas antiaéreas rusas derribaron en la noche del martes 99 drones ucranianos de ala fija sobre siete regiones del país. Según el parte castrense, los ataques con drones se produjeron entre las 20. 00 del martes y las 07. 00 del miércoles y se concentraron en dos región fronterizas. Al mismo tiempo que las tropas rusas estrechan el cerco terrestre, la Armada rusa ha comenzado una nueva ronda de maniobras en el mar Báltico, incrementando la presión en otra de las fronteras calientes con Occidente. "En los ejercicios participan unos tres mil hombres, cerca de 25 aviones y helicópteros, y hasta 70 equipos militares", ha anunciado la Flota del Báltico en un comunicado. Entre los barcos implicados figuran fragatas, corbetas, buques cisterna, remolcadores y toda clase de embarcaciones de apoyo. La Armada explica que en las maniobras figuran buques de las flotas del Báltico y del Norte, con sede en el enclave de Kaliningrado y San Petersburgo, respectivamente. También han sido movilizadas las fuerzas de los distritos militares de Moscú y Leningrado, y las Fuerzas Aeroespaciales. Las maniobras incluyen ejercicios de tiro contra objetivos marítimos y aéreos, como por ejemplo drones acuáticos. En imágenes divulgadas por la Flota del Báltico se puede ver cómo los barcos, bombarderos y cazas surcan las aguas de dicho mar, escenario de tensiones en las últimas semanas entre Rusia y los países de la OTAN. Hace dos semanas, la Armada de Estonia intentó interceptar un petrolero sin bandera, al que identificó como parte de la llamada "flota fantasma" que Rusia estaría utilizando para esquivar las sanciones occidentales. El barco no se detuvo y fue escoltado por un avión de combate ruso, que además violó el espacio aéreo estonio. En este sentido, el primer ministro polaco, Donald Tusk, afirmó la semana pasada que el mar Báltico podría convertirse en un nuevo "escenario de confrontación" entre la OTAN y Rusia. Durante una visita al Centro de Operaciones Marítimas en Gdynia, Tusk reveló que un buque de guerra polaco detectó "maniobras sospechosas" de un barco ruso cerca de un cable submarino "crucial para Polonia" que conecta con Suecia.