La jueza de Instrucción número 23 de Madrid ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza del repartidor detenido por agredir sexualmente a dos niñas en Montecarmelo, en el distrito de Fuencarral-El Pardo. El joven de 27 años será investigado por la supuesta comisión de dos delitos de agresión sexual sobre menor de dieciséis años, si bien esta calificación penal es de carácter inicial y podría modificarse según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial. El Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid se ha inhibido en favor del Juzgado de Instrucción n. º 14, órgano judicial en el que se tramitarán las correspondientes diligencias previas. Los hechos se produjeron sobre las 13. 00 horas del pasado domingo en una urbanización situada en la avenida de Monasterio de Silos. Al parecer, el repartidor de paquetería pidió ayuda a dos niñas para que le ayudaran a colocar las entregas. Les hizo preguntas de contenido sexual, les pidió que se bajasen los pantalones y que se acercaran a él, y luego cometió las agresiones, según adelantó este martes el diario El Mundo: tocamientos a una de las ellas y violación a la segunda. Los vecinos se percataron del ataque y retuvieron, junto a varios viandantes, al hombre hasta la llegada de los agentes de la Policía Nacional. El vecino que consiguió reducir al presunto agresor —un jugador de rugby residente en un edificio cercano y que prefiere mantenerse en el anonimato— relató a 20minutos que acababa de salir del restaurante El Cantonet cuando vio a un repartidor salir corriendo de un portal, perseguido por dos hombres en bañador y descalzos. Al preguntarles si les había robado, uno de los vecinos le gritó: "¡Una niña!". En ese momento, dejó a sus hijos con unos amigos y se unió a la persecución. Pocas calles más adelante, logró alcanzar al sospechoso. "Lo plaqué y lo tiré al suelo", explicó el hombre. "Los vecinos querían lincharlo, pero esperamos a que llegara la Policía Nacional. Eso dice mucho de la sociedad que somos: ha pasado algo terrible y se ha reaccionado. Hay gente pendiente en la calle de ayudar a los demás y no lo resolvemos por nuestra mano porque confiamos en la justicia".