Marc Márquez sigue sin tener rival al sprint y se corona en Brno con su undécima victoria

Las victorias de Marc Márquez al sprint ya no pueden contarse con los dedos de las manos: 11 triunfos suma el ocho veces campeón del mundo tras ganar también en Brno este sábado, con una pasada tremenda pasada en la última vuelta, para seguir acercándose a su séptima corona en MotoGP. Sus principales rivales, Pecco Bagnaia y su hermano Álex, acabaron séptimo y decimoséptimo. La bandera de cuadros que certificó el undécimo oro al cuello del piloto de Cervera llegó acompañada de un poco de suspense: el '93' estaba bajo investigación por la presión de sus neumáticos. "Lo hemos hecho, por eso estoy sonriendo", prometió el corredor de Ducati antes del podio. Y no se equivocó: mientras abría el champán, la FIM confirmó la victoria. "Es verdad que iba súper al límite. Iba pilotando cómodo, luego vi que la presión no era suficiente. Traté de empujar a nivel de frenos durante unas vueltas, pero era demasiado riesgo para entrar en el rango de presiones, y decidí esperar súper cerca de Acosta para aumentar la temperatura. Cuando vi que la temperatura y la presión estaban dentro del rango de la normativa, empujé en las dos últimas vueltas", explicó también. El undécimo triunfo de Márquez un sábado empezó a fraguarse cuando se apagaron los semáforos. Bagnaia partía desde la pole, después de una caída del catalán en su último intento en la Q2 cuando teñía de rojo cada sector, pero ni ser segundo de inicio ni la buena salida del bicampeón del mundo pudieron frenar al rey de la sprint. Antes de completar la primera vuelta, Marc ya lideraba la carrera. Le seguía de cerca Pecco, pero la presión del italiano fue solo un espejismo. Más aún cuando, en el ecuador de la prueba, su moto empezó a perder potencia y vio como le adelantaban Acosta, Bezzechi, Quartararo y Raúl Fernández hasta relegarle a la séptima posición. Fue el murciano, precisamente, el encargado de presentar batalla al líder del Mundial para subirse al podio por primera vez esta temporada, difícil para KTM, y dedicárselo a Borja Gómez, el joven piloto de San Javier que perdió la vida a principios de julio en un entrenamiento en Francia. El triunfo del Tiburón de Mazarrón, pese a que adelantó a Márquez, nunca fue una posibilidad real: el de Cervera había frenado para mantener la presión de sus neumáticos, y recuperó el primer puesto antes de cruzar la línea de meta en la última vuelta. El podio lo completó, precisamente, su compañeros de equipo, un Enea Bastianini que el fin de semana pasado perdió hasta tres kilos por una enfermedad. No le fue también al pequeño de los Márquez: partía octavo pero, en la salida, patinó al pasar por encima del protector de la pantalla del casco de Marc y cayó muchísimas posiciones. Remontar le fue imposible y solo pudo ser decimoséptimo. Una realidad muy opuesta a la de Jorge Martín: el vigente campeón del mundo, de regreso en un Gran Premio tras varios meses lesionado, dejó una gran salida y se puso séptimo. No logró mantener la posición hasta el final, pero su definitivo undécimo puesto sabe a triunfo tras mucho tiempo sin competir. Bezzechi y Quartararo, que se tocaron en plena curva pero pudieron continuar sin más susto que el movimiento de la moto del italiano, fueron cuarto y quinto, con Raúl Fernández sexto, justo por delante de Bagnaia. Johann Zarco, Pol Espargaró, de regreso sobre la moto para sustituir al lesionado Maverick Viñales, y Brad Binder, completaron el top-10.
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