La semana pasada, Pedro Sánchez compareció en Ferraz tras la dimisión de Santos Cerdán tras el informe de Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, donde aparece señalado en el caso Koldo como gestor de una trama paralela. Durante esta rueda de prensa, todo el mundo estaba pendiente tanto de las palabras del presidente del Gobierno, como de lo que no decía, o lo que se podía leer entre líneas. Sin embargo, los expertos en el mundo beauty no podíamos evitar fijarnos en el rostro de Sánchez y su maquillaje. Tal y como nos comentó la estilista experta en protocolo, Anitta Ruiz, a Pedro "le habían subido mucho el color para quitarle probablemente las ojeras que tuviera. Sin embargo, también le habían hecho un contouring que marcaba mucho las facciones y estaba mal difuminado, quedando un poco 'quiero y no puedo'. Buscaban un maquillaje que les saliese bien, pero que también le diese cara de pena o la intensificase". Este fallo de maquillaje fue muy comentado tanto en redes sociales como en medios de comunicación, señalando los errores del presidente a la hora de presentarse en Ferraz. La maquilladora Bea Iglesias nos enseña cómo los famosos lo usan tanto para mostrar una 'buena cara' como para trasmitir arrepentimiento. "La técnica del claroscuro en maquillaje, mayormente conocida como contouring se utiliza para enfatizar, disimular o cambiar los volúmenes del rostro mediante el contraste de luces y sombras. Los tonos más claros siempre se aplican en las zonas que se quieren destacar y/o agrandar, mientras que los oscuros nos ayudan a disminuir volumen, disimular o esconder zonas como los laterales de la nariz o la línea de la mandíbula", nos cuenta Iglesias. Esta técnica ha sido utilizada desde hace décadas en televisión y teatro para aportar expresividad, pero con el auge de la fama de las Kardashian, se ha comenzado a hacer fuera de los escenarios, adaptándola tanto al día a día como a momentos más críticos, como la comparecencia de Pedro Sánchez. "En el maquillaje de belleza dicha técnica nos ayuda a potenciar nuestros rasgos y a corregir aquellos que nos gustan menos de forma mucho más natural; mientras que en el teatro, cine y televisión además de para potenciar la belleza, los maquilladores utilizamos el claroscuro para aportar dramatismo al maquillaje y realismo a los personajes. En escenas de contexto humorístico exageramos esta técnica para crear mayor humor a la escena. Esta última parece ser la empleada en el maquillaje de Pedro Sánchez en su comparecencia en Ferraz, puesto que el contouring no podía estar peor aplicado y encima sin difuminar, evidenciando el desastre de una caracterización que, sin duda, pretendía ser enfocada en demacrar y aportar realismo a la victimización de Sánchez y terminó siendo tan evidente que logró causar sorpresa. Como profesional, me encanta que se pueda emplear el maquillaje para sacar partido a la belleza o dar realidad a los personajes de ciencia ficción; sin embargo, me apena que se utilice para intentar engañar a las personas en la vida real" añade. No obstante, nos hemos encontrado con el caso contrario, cuando el personaje público, tras una cancelación, buscan empatizar y despertar compasión, como es el caso de Chiara Ferragni y su polémica con el Pandoro, cuando vendió el dulce navideño italiano con falsos fines benéficos. En un vídeo publicado en redes sociales, la influencer italiana pedía disculpas arrepentida, apareciendo sin maquillaje y con un chándal, con un look muy diferente a los estilismos glamurosos con marcas de lujo que siempre enseña en su cuenta de Instagram. "Todavía recuerdo el famoso vídeo del 'arrepentimiento' de Chiara Ferragni respecto a los Pandoro, vestida con aquel chándal gris de la marca Laneus (600 euros) y maquillada como la novia cadáver en tonos muy pálidos para intentar dar credibilidad a su discurso. En definitiva, no cuela, porque no somos tontos y cuando ellos van, nosotros estamos de vuelta", finaliza la experta.