Muere en circunstancias violentas Sarah Steinberg, directora de cine: "Tenía cinta adhesiva en la boca"

Sarah Steinberg, directora de cine también conocida como Jennifer Abbott, fue encontrada sin vida el pasado viernes 13 de junio en su vivienda de Mornington Place, en el barrio londinense de Camden. Los servicios de emergencia que acudieron al lugar la hallaron inconsciente y confirmaron su fallecimiento en el acto. La cineasta tenía 69 años y, según las primeras conclusiones forenses, presentaba múltiples heridas de arma blanca. La sobrina de Abbott, preocupada tras varios días sin contacto, acudió al domicilio junto a algunos vecinos. Fue su hijo quien forzó la entrada, permitiendo el acceso a los pisos superiores. "Mi hijo rompió la puerta. Yo estaba sosteniendo la puerta abierta en la planta baja, mientras mi hijo permanecía arriba. Después escuché a su sobrina gritar y decir: 'Dios mío, la han asesinado'. Tenía cinta adhesiva en la boca", relató una vecina al canal Sky News. La policía metropolitana ha confirmado que la investigación continúa abierta y que aún no se han realizado detenciones. Entre las principales hipótesis figura el móvil del robo, dado que entre las pertenencias desaparecidas se encuentra un Rolex de oro con incrustaciones de diamantes que Abbott solía llevar y que aparece en algunas de sus fotos públicas junto a celebridades como Dan Aykroyd, Kate Hudson o Paris Hilton. Abbott era una figura muy conocida en el barrio, cercano a Regent’s Park. Los vecinos recuerdan haberla visto por última vez el martes 10 de junio paseando a su perro, un welsh corgi que fue hallado vivo pero deshidratado en el baño de la casa. "Ese pobre perro, ni siquiera podía beber agua, es increíble que todavía estuviera vivo", añadió la misma testigo. La cineasta, conocida por su participación en el circuito independiente británico, había manifestado días antes del crimen su temor por ciertos conflictos con personas vinculadas al consumo de drogas. Según fuentes cercanas, rompió a llorar en su domicilio tras un incidente reciente con individuos del entorno. El superintendente jefe Jason Stewart, al frente de la investigación, ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana. "Es increíblemente importante que escuchemos a cualquier persona que pueda tener conocimiento sobre cómo ocurrió esta horrible muerte", ha declarado. También ha subrayado que "ninguna información es demasiado pequeña" y que "podría ser la pista crucial que nos lleve a identificar al asesino de Jennifer". El fallecimiento de Abbott se suma a una larga lista de muertes trágicas en la historia del cine. Desde el asesinato de la actriz Sharon Tate en 1969 por miembros de la secta de Charles Manson, hasta el triste caso de la directora de fotografía Halyna Hutchins, abatida accidentalmente durante un rodaje en 2021, Hollywood no ha estado exento de episodios luctuosos que han conmocionado a la industria. Casos como estos ponen de manifiesto no solo la fragilidad de las figuras públicas, sino también el poder de las imágenes y las narrativas que rodean a quienes dedican su vida al cine. La muerte violenta de Jennifer Abbott reabre el debate sobre la seguridad y la soledad que muchas veces acompañan a los creadores, incluso en el corazón de ciudades como Londres.
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